Pascual Enrique López Montoya: Cuando la tele tenía que calentarse.

3.3 La radio y la llegada de la Tv.

            “Recuerdo que al mediodía, durante las vacaciones del colegio, en mi casa se juntaban alrededor de la radio mi madre, mi abuela,  mi tía y mi hermana, que estaba estudiando, que no era lo normal,  no habían muchos que a su edad (21 años) estuvieran estudiando, llevaban trabajando muchos años; bueno, como te decía, se juntaban a eso de las 3 ó 4 de la tarde para oír la radionovela y por la noche después del parte (Telediario) en la televisión nos juntábamos todos, mis padres, mi abuela, mi hermana, mi tía y yo alrededor de la tele, mi padre, mi abuela y mi hermana, cuando llegaba antes y cogía el sitio, se sentaban en el sofá de escay que en verano daba mucho calor, pero era el sofá el mejor sitio; entonces ponían el Un, dos, tres,  un programa que estaba muy bien, ahora ya no hay de esos; cuando no ponían el Un, dos, tres, ponían un programa de música o una película…”. Agustín mi vecino.

Esta fue la transición de la radio a la tele, ambas convivían al principio de los años 70, depascualspués, aunque se empezó a pensar que la radio desaparecería no fue, ni ha sido así.

Era un lujo tener un aparato de televisión en casa, gran parte de la comunidad se juntaban en casa del vecino que tenía el aparato para ver unas imágenes en blanco y negro; en otros casos abría la ventana, o la puerta de la casa que daba a la escalera, para que el vecino de enfrente viese la televisión desde su casa, paradojas de la vida, ahora rara es la vivienda que no tiene dos o más televisores, esto modificó el panorama y las costumbres de los españoles.

La llegada del hombre a la luna, el asesinato de Kennedy, el triunfo de Masiel y Salomé en Eurovisión fueron retransmisiones que mantuvieron a los españoles sentados delante de esa caja, por la que salían imágenes y sonido, pendientes de lo que mostraba.

A pesar del gran interés despertado por esta caja de imágenes y sonido, no todos se podían permitir tener una en casa por su coste, aunque en los años 60 el gobierno tomó medidas y apoyó la venta a plazos y la bajada de las tarifas de impuestos (impuesto de lujo); además, se tardó mucho tiempo en el que la mayoría de españoles pudieran ver un programa debido a la cobertura de las emisiones en España, desde las primeras en Madrid hasta la cobertura en Canarias pasaron 8 años. Al final de la década eran más 3 millones de usuarios de programas de televisión en España.

Agustín seguía contándome “bueno… y para encenderla, tardaba mucho a que aquello en calentase, además fue cuando cambiaron la luz de 125 a 220 (tensión de la corriente eléctrica de 125 voltios a 220), y no veas, había un transformador debajo del mueble de la tele, que cuando ponías la tele en marcha hasta que no pasaba, por lo menos, un cuarto de hora, y se calentaba la tele, aquello sonaba como un avión; cuando se encendían todas la lamparas que llevaba aquel trasto (televisor), si apagabas la luz y no tenía la tapa puesta, porque, a lo mejor, se calentaba mucho y había que quitársela,  se veía la luz que salía por detrás en la pared; aquello sí que nos juntaba a toda la familia, no como ahora que cada uno está en su habitación o por ahí y no se juntan ni para comer”

¿Y la radio Agustín?, “La radio, cada vez se utilizó menos, cuando tenías que ponerla tenías que quitar el transformador a la televisión, o al frigorífico, o a la lavadora, que no era como las de ahora, era una cubeta que tenía una cosa debajo que se movía y hacia girar el agua con la ropa;  mi madre nos decía “ si hay radio no hay televisión”… un día fueron mis padres con la abuela, a comprar una radio que no necesitaba aquel transformador, mi abuela quería oír la radionovela…

Este articulo va dedicado a Agustín Sansano, mi vecino, que falleció el 9 de abril de 2018.

Descanse en paz

Para más información:

Top salud; 08/01/10

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