https://sentiido.com/la-bisexualidad-existe-y-no-es-una-etapa/
Con respecto al artículo del 4 de Octubre de 2016 en la web sentido, que trata sobre si la bisexualidad es una etapa o si es una forma de sexualidad.
Trata dos temas grandes, el primero es si la bisexualidad se utiliza como ‘camino seguro’ hacia la homosexualidad’ y el segundo sobre los prejuicios y malentendidos que tienen las personas tanto heterosexuales como homosexuales con este colectivo.
El psicólogo Denis Pascon asegura que para él la bisexualidad no fue más que este camino. En cambio dice que sentenciar que las personas bisexuales son en realidad homosexuales que no se atreven a dar el paso sería simplificar la realidad. Puede que sea más sencillo así afrontar las diferencias con lo preestablecido por la familia, o los cánones ‘normales’ de la sociedad, pero también es una sexualidad en sí misma.
Carolina Herrera opina lo siguiente: La sexualidad y la orientación sexual pueden cambiar con el tiempo, y no porque alguien lo diga, sino porque simplemente pasa. “Hay quienes empezaron su vida afectiva con personas de su mismo sexo y que posteriormente tuvieron relaciones con personas del sexo opuesto. Son procesos espontáneos que le pueden suceder a cualquiera independiente de su orientación sexual”
Mi opinión ronda cerca de la de Carolina. En temas de sexualidad me parece casi ridículo poner nombres y clasificar, como si las personas fuésemos cromos con habilidades y estadísticas a comparar, pero entiendo que así es más sencillo teorizar, hablar y escribir sobre ello, es un mal menor. Pero crea confusiones y debates estériles la existencia de estos nombres.
Estoy totalmente de acuerdo con esta frase de Carolina: La sexualidad y la orientación sexual pueden cambiar con el tiempo y creo que ahí está la clave. Alguien bisexual no es más que alguien normal. La sexual de cada uno no es férrea si no se cuenta con la presión social y las limitaciones que se pone cada individuo. Porque estoy seguro que si en unas características ideales de igualdad y de cero presión social, nadie sería tan hipócrita de rechazar al amor de su vida por su sexo.