Edgar Guijarro Quirant: ONDAS, BALAS Y MACHETES: HOTEL RUANDA.

3.1. Historia y evolución de la radio.

A lo largo de la historia la radio se ha convertido en un elemento imprescindible para todo ejército, es una poderosa arma con la que transmitir ordenes para sorprender al enemigo, o lanzar noticias falsas que produzcan desconcierto al adversario.
Durante la II Guerra Mundial la radio era la principal arma de propaganda para los países aliados y las potencias del eje. El propio Hitler, antes de llegar al poder, escribió sobre la radio “es un arma terrible en manos de quienes sepan hacer uso de ella” (Mein Kampf, 1925).

La importaEdgar 1ncia de la radio como un elemento capaz de concentrar el odio sobre una comunidad y movilizar a las masas queda reflejada en la película Hotel Ruanda (Terry George, 2004). Esta obra está basada en la salvación de más de mil ruandeses gracias a Paul Rusesabagina, gerente del hotel donde se firma el convenio de paz entre hutus y tutsis en 1994. Poco después de este acuerdo un atentado matará al presidente del país, que es hutu. Durante toda la película vemos como la radio es la encargada de encolerizar a las masas, comparando a los tutsis con cucarachas a las que hay que exterminar.

A principios de los noventa, uno de cada trece ruandeses poseía un aparato de radio. Esto provocó, entre otras cosas, que el odio corriera como la pólvora entre las dos etnias. Con estas consignas cargadas de hostilidad no es de extrañar que muchos jóvenes hutus decidieran alistarse al grupo paramilitar Interamhamwe.

Una de las voces que más fuerte incitó al odio es Valerie Bemeriki, estrella de la radio ruandesa en aquella época. En una entrevista concedida a Jon Cuesta para el periódico El Diario, en la cárcel donde cumple cadena perpetua, la presentadora afirma: «La radio fue creada con el objetivo de implementar la idea del genocidio»; «Todas nuestras intervenciones en antena eran discursos de odio en los que decíamos que los tutsis no eran ruandeses, que eran nuestros enemigos y que no deberíamos vivir junto a ellos»; «Hacíamos llamamientos continuos a las milicias callejeras y a los soldados del Gobierno para que mataran a todos los tutsis». (Entrevista completa: http://www.eldiario.es/desalambre/voz-masacre-gesto-traves-radio_0_253375084.html)

Hoy en día los medios de comunicación disimulan mucho mejor esta manera de dividir a la sociedad bajo una apariencia de fiabilidad. Los tertulianos disparan por su boca tratando de descubrir a qué equipo benefician más los árbitros o qué partido político es más miserable. Todo esto queda al descubierto cada 24 de diciembre con la tan famosa frase “en la mesa ni de fútbol, ni de política se habla” pues siempre habrá un indignado bien informado por los medios queriendo dar la lata a sus conocidos o familiares.

Bibliografía.
Alcazar. (2008). «La radio en la Segunda Guerra Mundial» En: La Segunda Guerra [blog de internet]. Obtenido de: http://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?t=405
Cuesta, Jon. (2014).« La voz del genocidio ruandés: «Decíamos que eran los enemigos, que no debíamos vivir con ellos»». En: El diario.es. Obtenido de: http://www.eldiario.es/desalambre/voz-masacre-gesto-traves-radio_0_253375084.html

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